Método de intervención
Un proceso de abordaje terapéutico en este contexto supone recogida de información, evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento.
Contar qué ocurre y para qué se demanda tratamiento, qué el (la) profesional examine y considere los datos para establecer hipótesis explicativas, la propuesta por parte del o la especialista de que se puede hacer para superar la situación, la ejecución de esas propuestas, ir viendo los resultados y comprobando si son los que se pretenden. Modificar o hacer los ajustes necesarios, y una vez conseguidos los objetivos hacer seguimiento para constatar si se mantienen en el tiempo. |
Temporalización
La duración de un tratamiento depende en parte del modelo que se parte, pero intervienen otras variables que no se manejan, o no exclusivamente, por el o la terapeuta, y que da lugar a que sea variable: La motivación para el cambio del paciente, sus habilidades previas, sus expectativas, la implicación, el que la persona asuma la responsabilidad del cambio o lo delegue en agentes ajenos a sí mismo, son algunos aspectos que pueden hacer variar la temporalización de un tratamiento.
En todo caso, y a pesar de las variaciones individuales y los márgenes de error que puede haber, al plantear el tratamiento se hace una estimación aproximada del tiempo que puede durar.
Generalmente se inicia con una sesión semanal que se va espaciando a medida que se avanza en el logro de los objetivos. |